Turismo en San Fernando
/ 1
Hacienda Los Lingues
Situada a 20 Kms. Al noreste de San Fernando y 126 Kms. Al sureste de Santiago. Esta hacienda data del siglo XVI, según cuenta la historia y la Casona, considerada entre las más antiguas de la zona, conserva fielmente la arquitectura de la época. Destacan asimismo la capilla, la medialuna y el criadero de caballos "Aculeo."Actualmente son uno de los centros turísticos de mayor renombre internacional que existe en la comuna. www.loslingues.com
Puente Negro
Situado a orillas del Río Claro, 17 Kms. Al Sureste de San Fernando cuyo acceso se encuentra completamente pavimentado. Por las bondades de su clima, ofrece alternativas para quienes gustan de los pic-nic, pesca y caza. Cuenta con establecimientos que brindan servicio de alimentación.
Las Peñas- La Rufina
Se encuentran a 26 y 27 Kms. Al este de San Fernando respectivamente. Las condiciones naturales los hacen aptos para pic-nic, excursionismo, pesca y caza. No poseen equipamiento turístico. En este sector también existen centros turísticos privados, cuyas páginas web son www.shangrila.cl , www.tumuñanlodge.net
Termas del Flaco: Está situada a 77 kilómetros al Oriente de San Fernando y a una altura de 1.720 metros sobre el nivel del mar. En el lugar existen baños termales, la temperatura del agua oscila entre 65 a 96 grados. Por el clima y composición de las aguas la gente llega al lugar para curas de ciertas enfermedades.
En el lugar existe varias hosterías, cabañas, etc, sus tarifas no incluyen además el derecho a la entrada a las piscinas, baños de vapor. Se instalan también en la temporada numerosas pensiones o precios populares.
De lunes a sábado hay movilización en buses y taxibuses. El camino que conduce a estos tres centros turísticos se encuentra en regular estado y permanece abierto desde diciembre hasta abril.
Huellas de Dinosaurio Estas huellas situadas a unos 500 o 600 metros al noreste del retén de Carabineros de las Termas del Flaco, descubiertas en 1960 por don Diego Márquez, son el primer Monumento Nacional de Colchagua.
Dentro de la Paleoicnología, ciencia que estudia las pisadas de los animales que vivieron en el pasado, estas huellas son de mucha importancia y han sido estudiadas en profundidad por especialistas nacionales y extranjeros. Según los estudiosos, estas pisadas corresponden a lo menos un par de dinosaurios y al momento de imprimir las huellas, los animales corrían (así lo demostraría la ausencia de rastros de cola).
Estas habrían sido impresas en lodo relativamente blando y con el correr de los millones de años, se petrificaron. Se estima que tienen una antigüedad de 120 millones de años (cretácico inferior). Los dinosaurios no coexistieron con el ser humano, pues entre la desaparición de estos animales y la aparición del hombre hay más de 50 millones de años de por medio.
Las huellas fueron hechas originalmente en un terreno plano horizontal, pero, con el correr de los años y la formación de la Cordillera de los Andes, fue quedando inclinado y en la actualidad estan en una pendiente o plano inclinado.
Las pisadas no tienen claro los detalles de uñas ni dedos y en forma individual no nos dicen mucho, lo importante es que se presentan en forma de rastrilladas, es decir, series de pasos coherentes de 12 a 13 pisadas. A simple vista y con claridad - se distinguen 3 rastrilladas - aunque los expertos logran ver 8 tipos de pisadas.
El hecho que estas pisadas hayan permanecido en buen estado a través de los millones de años es algo casi milagroso, dado la gran cantidad de variables que han influido sobre ellas en el transcurso de la historia de la tierra: tienen que haber soportado temblores, erupciones volcánicas, ser sepultadas por la tierra, la acción erosiva del viento, la lluvia, la nieve, épocas glaciales… y ahí están. Al contemplarlas es como un llamado a la conciencia y al respeto por lo que la naturaleza ha dado a los colchagüinos.
Casa Pintada de Tinguiririca Es un abrigo (alero rocosos de unos 80 metros de largo por unos 20 metros de alto, aproximadamente) con una pequeña cueva semidestruida por efecto de una explosión dinamitera.
Se encuentra a 50 kilómetros de San Fernando por el camino a Termas del Flaco, a 1.800 metros sobre el nivel del mar. En sus paredes existen una variada pictografía en sus formas y colores, que ha sido estudiada por científicos, y lamentablemente dañada y saqueada por coleccionistas inescrupulosos, egoístas y faltos de criterio.
Fue descubierta casualmente en febrero de 1861 por el científico naturalista Ignacio Domeyko y por Wenceslao Díaz, quienes junto a arrieros realizaban una expedición por la cordillera. Estos, una noche que buscaban refugio, llegaron al lugar para protegerse de la nieve y lluvia que los había sorprendido. Al día siguiente pudieron ver "…huellas de antiguas inscripciones jeroglíficas pintadas de rojo, o tal vez de signos muy imperfectos de los indios"